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una Guía Ciudadana |
Introducción La incidencia política es un proceso de acciones estratégicas dirigidas hacia instancias gubernamentales y que conducen a un cambio en las políticas públicas, ya sea para crearlas, para modificarlas o para mejorar su aplicación. La palabra más frecuentemente asociada con incidencia es influencia, porque los individuos y las organizaciones intentan, efectivamente, influir en el gobierno (ya sea local o nacional) para que responda a sus necesidades o resuelva un problema específico. Si el problema es de carácter local, como la necesidad de un camino rural o de agua potable, se hace la gestión ante el Concejo Municipal. Si es nacional, como la necesidad de una nueva política agraria, su solución requerirá gestiones ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Lo que distingue a la incidencia política de otros tipos de incidencia es que busca una respuesta del gobierno ante el problema y lo estimula a cumplir con sus obligaciones. Así se da respuesta necesaria al Inciso 2 del Artículo 73 de la Constitución de la República, según el cual uno de los deberes políticos de la ciudadanía es “cumplir y velar porque se cumpla la Constitución”. Los pasos de la incidencia política, para que ésta sea efectiva, deben ser debidamente planificados y empiezan con la identificación del problema a resolver, la solución deseada y la entidad de gobierno que tiene el poder y la facultad de dar dicha solución (en este texto nos limitaremos a los casos que correspondan a la Asamblea Legislativa). Luego, se debe identificar a los actores sociales que están a favor de la solución propuesta (aliados) y a los que están en contra (oponentes). Así se podrán precisar las oportunidades de apoyo que se tienen y las posibilidades de encontrar una oposición fuerte o motivada. Finalmente, se determinarán las estrategias, es decir, las acciones a realizar para influir en la decisión. Éstas deben servir para mostrar la importancia del problema, los beneficios de la solución propuesta, la cantidad de personas interesadas y su motivación para resolver el problema. En muchos casos, podrá ser necesario utilizar estrategias paralelas que presionen a la persona o entidad que toma la decisión, involucrando a los medios de comunicación o a personas influyentes, o mediante la presencia de las personas afectadas por el problema en marchas, concentraciones u otras acciones que se realicen.1
1 Para las personas que quieren saber más sobre la planificación de la incidencia se recomienda el libro La Planificación Participativa para la Incidencia Política: Una Guía Práctica, escrito por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA). |
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